Desde lo alto del Campanile, fuegos de Bengala ensangrientan la noche. Las palomas disparan. Y la multitud roja, ondulando en la plaza, estalla en aplausos. Lo...
Desde lo alto del Campanile, fuegos de Bengala ensangrientan la noche. Las palomas disparan. Y la multitud roja, ondulando en la plaza, estalla en aplausos.
Los palacios abren mil ojos brillantes. Los caballos de la Basilica tiran un carro fantástico de carnaval en el que resplandecen cúpulas.
Sobre la cabeza blanca, en el centro de la plaza, tiembla una batuta.
Los pedidos de silencio espesan el ruido que sube y baja.
—Cinquanta centesimi il programma del concertone! Dieci soldi il programma!
La banda lucha contra el griterío. Lo vence con el estridor de los metales. Las notas levantan vuelo sobre diez mil cabezas inquietas.
—Ma che razza di musica è questa?
—Ouverture nell’opera “I maestri cantori”.
—Ah! si capisce. Roba wagneriana.
La sinfonía gana espacio, aletea, toma toda la plaza, se desborda hacia el cielo violeta.
Do alto do Campanile, fogos de Bengala ensanguentam a noite. As pombas disparam. E a multidão vermelha, ondulando na praça, estoura em aplausos.
Os palácios abrem mil olhos brilhantes. Os cavalos da Basilica puxam um carro fantástico de carnaval em que esplendem cúpulas.
Sobre a cabeça branca, no centro da praça, treme uma batuta.
Os pedidos de silêncio engrossam o ruído que sobe e desce.
— Cinquanta centesimi il programma del concertone! Dieci soldi il programma!
A banda luta contra o vozerio. Vence-o com o estridor dos metais. As notas esvoaçam sobre dez mil cabeças inquietas.
— Ma che razza di musica è questa?
— Ouverture nell'opera “I maestri cantori”.
— Ah! si capisce. Roba wagneriana.
A sinfonia ganha espaço, bate asas, toma toda a praça, transborda para o céu roxo.
Las espadas de los oficiales prenden el encaje de los chales femeninos. Lloriqueo infantil. Bandejas de refrescos. Encontronazos. La pituitaria extranjera siente, indisimuladamente, la aversión nacional al baño. Toscanos humeando.
Los brazos del maestro uniformado se cierran en cruz. Un grupo de escoteros alemanes aplaude de forma meditabunda. Solo.
Diez minutos de agitación bramante.
De nuevo, la batuta se moviliza. Silencio de parlamento (brasilero, por ejemplo). Gubernamentalmente completo. Estúpido.
El Inno al sole de Iris emite las primeras notas. Secretea. De a poco, se inflama. La melodía toma cuerpo. Se apura el ritmo. Las notas galopan, se atropellan. Ciento cincuenta voces se unen a la orquesta. Estruendo mascagniano. En la noche caliente parte hacia el cielo la oración tumultuosa que el sol dios no oye. La batuta sube, temblando. Y el himno crece. Y el himno retumba, en cascada, vociferando.
Para.
El entusiasmo italiano de la multitud rompe en un tiroteo de aclamaciones. Las manos estallan. Las bocas explotan. Dulcemente, el viejito inclina la cabeza color azúcar.
As espadas dos oficiais prendem a renda dos xales femininos. Choradeira infantil. Bandejas de refrescos. Abalroamentos. A pituitária estrangeira sente indisfarçavelmente a aversão nacional ao banho. Toscanos fumegando.
Os braços do maestro fardado fecham-se em cruz. Um grupo de escoteiros alemães bate palmas meditabundas. Só.
Dez minutos de agitação berrante.
De novo, a batuta se movimenta. Silêncio de parlamento (brasileiro, por exemplo). Governamentalmente completo. Estúpido.
O Inno al sole da Iris desfere as primeiras notas. Segreda. Aos poucos, inflama-se. A melodia toma corpo. Apressa-se o ritmo. As notas galopam, atropelam-se. Cento e cinquenta vozes unem-se à orquestra. Estardalhaço mascagniano. Na noite quente parte para o céu a oração tumultuosa que o sol deus não ouve. A batuta sobe, tremendo. E o hino cresce. E o hino estronda, cascateia, vocifera.
Para.
O entusiasmo italiano da multidão rompe um tiroteio de aclamações. As mãos estalam. As bocas explodem. Docemente, o velhinho inclina a cabeça cor de açúcar.
Se repite el himno. Se termina el concierto.
—Gelati! Gelati!
Descienden palomas a la glorieta abandonada.
Traducido por Verónica Machado
Repete-se o hino. Encerra-se o concerto.
— Gelati! Gelati!
Descem pombas no coreto abandonado.