La placa dice: JAVA. Estrepitosamente la orquesta toca La Belote. Música vibrante, trepidante. Cincuenta, cien, doscientas parejas. Incontables. Fren&ea...
La placa dice: JAVA. Estrepitosamente la orquesta toca La Belote. Música vibrante, trepidante.
Cincuenta, cien, doscientas parejas. Incontables. Frenéticas.
Encuentro de todas las razas, de todas las edades, de todas las clases. Del amor y de la alegría. El París que la Agencia Cook no conoce.
Pecho contra pecho, boca contra boca, frente contra frente, un estudiante chino baila con una dactilógrafa cubana. Dos muchachas se balancean pegadas, los labios de la más alta en el cuello de la más baja. Saltos. Gritos. Carcajadas. Una costurerita del Boulevard des Filles-du-Calvaire abraza al indio de anteojos y joroba.
—Voilà mon père qui arrive avec sa gonzesse…
¡Qué boca tan roja! Los brazos delgados de un argelino se hacen kilométricos para enlazar los ciento cinco kilos de una norteamericana de collar de perlas. Cada pareja tiene su estilo: el estilo que le conviene. Los pasos se improvisan, traducen estados de espíritu. Pasos burgueses. Pasos cómicos. Pasos pintorescos, voluptuosos, escandalosos.
Voces roncas, imitando la de Mistinguett, inauguran el estribillo irresistible:
On fait un’ petit’ belote
et puis ça va…
A tabuleta diz: JAVA. Estrepitosamente a orquestra toca La Belote. Música saltitante, tremelicante.
Cinquenta, cem, duzentos pares. Incontáveis. Frenéticos.
Prazo-dado de todas as raças, de todas as idades, de todas as classes. Do amor e da alegria. Paris que a Agência Cook não conhece.
Peito contra peito, boca contra boca, fronte contra fronte, um estudante chinês dança com uma datilógrafa cubana. Duas raparigas gingam coladas, os lábios da mais alta no pescoço da baixa. Pulos. Gritos. Gargalhadas. Uma costureirinha do Boulevard des Filles-du-Calvaire abraça o indiano de óculos e corcunda.
— Voilà mon père qui arrive avec sa gonzesse…
Que boca tão vermelha! Os braços magros de um argeliano fazem-se quilométricos para enlaçarem os cento e cinco quilos de uma norte-americana de colar de pérolas. Cada par tem o seu estilo: o estilo que lhe convém. Os passos improvisam-se, traduzem estados de espírito. Passos burgueses. Passos cômicos. Passos pitorescos, voluptuosos, escandalosos.
Vozes roucas, imitando a de Mistinguett, principiam o estribilho irresistível:
On fait un’ petit’ belote
et puis ça va…
Otras siguen, mezclando cincuenta pronunciaciones diferentes:
Tout le reste, c´est d´la gnognotte
à côte d´ça…
Entrevero aturdidor, policromo. Pecheras de frac. Uniformes. Rostros barbudos. Un par de labios pegados, parado en el medio del salón. Madres sudorosas, con vasos de cerveza. Un inglés rengo y que salta, arrastrando los sesenta años de la romaika alta. Y reanuda el estribillo:
On fait un’ petit’ belote
et puis ça va…
Y continúa:
…on belote et rebelote
à tour de bras!
Alboroto de bailarines que se chocan. Alientos que se entreveran. Olor agrio de aglomeración pública.
—Ah!…
—Non!…
—Oh!…
Outras continuam, misturando cinquenta pronúncias diferentes:
Tout le reste, c´est d´la gnognotte
à côte d´ça…
Confusão estonteadora, policroma. Peitilhos de casaca. Fardas. Caras barbudas. Um par de lábios grudados, parado no meio do salão. Mamãs suarentas, com copos de cervejas. Um inglês manco e que salta, arrastando os sessenta anos da romaica alta. E o estribilho que recomeça:
On fait un’ petit’ belote
et puis ça va…
E continua:
…on belote et rebelote
à tour de bras!
Algazarra de dançarinos que se chocam. Hálitos que se misturam. Cheiro azedo de aglomeração pública.
— Ah!…
— Non!…
— Oh!…
La orquesta hace silencio. Por unos segundos. Aplausos. La orquesta ataca de nuevo La Belote. El saxofón hace prodigios. Acrobacia sonora de todos los instrumentos. La música (¡tararirarirará-pum! ¡tarirará-pum!) ruge, silba, estalla. Estruendo de la batería.
En un rincón, vueltos hacia la pared, cabezas unidas, bajas, el muchacho y la muchacha tiemblan. El brasilero, de la mesa más cercana, arriesga un ojo y sorbe la limonada. Muy colorado.
SAMBA, dice la placa de la otra orquesta.
Maxixe de San Guido. Delirio de piernas que se cruzan y se refriegan. Giros locos de cuerpos unidos. Gimnasia y desarticulación de todos los miembros. Contorsiones. Equilibrismo. Vueltas. En el vértigo, en el gozo, en el espasmo, el respeto humano desaparece. El prójimo no existe. Nadie tiene ojos para ver lo que pasa alrededor. Quien quiere besar, besa. Quien quiere rozar, roza.
Ahora tocan las dos. Tocan todo. Sin intervalo.
—Déjà?
Asalto a los guardarropas. Largos apretones de mano. Besos de final de película. Empujones.
A orquestra silencia. Por segundos. Aplausos. A orquestra ataca de novo La belote. O saxofone faz prodígios. Acrobacia sonora de todos os instrumentos. A música (tararirarirará-pum! tarirará-pum!) berra, silva, detona. Estardalhaço da bateria.
A um canto, voltados para a parede, cabeças unidas, baixas, o rapaz e a rapariga tremem. O brasileiro, da mesa mais próxima, arrisca um olho, e sorve a limonada. Muito vermelho.
SAMBA, diz a tabuleta da outra orquestra.
Maxixe de S. Guido. Delírio de pernas que se cruzam e se esfregam. Giro doido de corpos unidos. Ginástica e desarticulação de todos os membros. Contorções. Equilibrismo. Reviravoltas. Na vertigem, no gozo, no espasmo, o respeito humano desaparece. O próximo não existe. Ninguém tem olhos para o que se passa em torno. Quem que beijar, beija. Quem quer bolinar, bolina.
Agora tocam as duas. Tocam tudo. Sem intervalo.
— Déjà?
Assalto aos vestiários. Longos apertos de mão. Beijos de fim de fita. Empurrões.
—Bonsoir. On se verra demain au métro…
—Oui, ma gosse…
De la boca de un borracho en cuclillas en la vereda (llovizna), salen bocanadas alcohólicas y versos de la Internacional.
Traducido por Leticia Lorier
— Bonsoir. On se verra demain au métro…
— Oui, ma gosse…
Da boca de um bêbado de cócoras na calçada (chuvisca), saem baforadas de álcool e versos da Internacional.