En marzo de 2016, lanzábamos la primera edición de Pontis - Prácticas de Traducción. Hoy, cinco años y doce ediciones de por medio, invitamos a quienes estén buscando aprovechar el tiempo de una manera diferente a revisitar las ediciones anteriores y a recorrer las distintas literaturas que hemos traducido a lo largo de estos cinco años. Publicamos este número aún en el escenario que produjo la pandemia de COVID-19. Como otras artes, la literatura constituye un lugar de refugio y también de resistencia frente a la angustia y la incertidumbre de los tiempos que corren.
Pontis nació del entusiasmo de un grupo de jóvenes que sentía la necesidad de generar un proyecto que condensara el gusto por traducir literatura y las ganas de aprender en el camino, y que, al mismo tiempo, constituyera un aporte al diálogo entre literaturas uruguayas y brasileras. Moldear en portugués y en español obras brasileras y uruguayas se transformó en una enorme apuesta a la traducción entendida como un proceso colaborativo, en el que se involucran novatos y expertos, y a sostener una propuesta de autogestión y participación voluntaria. Es por ello que Pontis no sería posible sin sus colaboradores y sin todos lo que han pasado y dejado su huella.
De las muchas alianzas que hemos logrado, surgió el trabajo en conjunto con el Programa de Posgrado de Estudios de la Traducción de la Universidade Federal de Santa Catarina (PGET-UFSC). La edición que presentamos es uno de los resultados de ese fructífero intercambio.
En esta oportunidad, homenajeamos a Mario Levrero (Montevideo, 1940-2004), uno de los expositores más importantes de la narrativa uruguaya contemporánea. Tal vez por la complejidad y la variedad de su obra, Levrero es un autor que aún está siendo descubierto en la mayor parte del mundo hispano. Sin embargo, como afirma Elvio Gandolfo, este autor se convirtió en un «generador de una masa de lectores» que ha crecido lentamente en países como España, Argentina, Perú y Colombia, gracias al esfuerzo de algunas editoriales y de fieles lectores que multiplican sus textos por internet. Su obra se compone de siete novelas y siete libros de relatos, publicados entre 1970 y 2005, año en que sale a la luz, póstumamente, La novela luminosa. Además, escribió artículos periodísticos y otros textos de difícil clasificación, como los que abordamos en este número de Pontis. Pero Mario Levrero no solo se dedicó a la narración, sino que también fue fotógrafo, guionista de cómics, creador de crucigramas, redactor, tallerista y librero. Así como fue un lector atento de escritores como Kafka, Cortázar y Onetti, se interesó por universos tan disímiles como el de la medicina, la física, la parapsicología, el cine y el humor gráfico.
En este número se publican y por primera vez se traducen al portugués algunas de las Irrupciones de Levrero, que circularon en la revista uruguaya Posdata entre los años 1996 y 2000, de las cuales Criatura Editora reunió 126 textos en una hermosa edición homónima publicada en 2003. Agradecemos a la editorial la cesión de derechos para que la publicación y traducción de estas Irrupciones en nuestra revista fuera posible. Estos escritos nos hacen transitar por situaciones de apariencia realista, pero que nos sorprenden con, precisamente, irrupciones de experiencias fantásticas, surrealistas, absurdas o, por lo menos, extrañas.
Quizá la mejor forma de definir estas Irrupciones sea como lo hace Matías Núñez en el artículo que escribió especialmente para la sección «Presentación del autor» de esta edición de Pontis: una «especie de mística de lo cotidiano que Levrero logra combinando lo trascendental y lo terreno», escrituras de epifanías, pero «hechas de la cotidianeidad más rotunda», «desde su punto de vista siempre dislocado».
Al portugués, de Levrero se ha traducido La novela luminosa, por Antônio Xerxenesky, y Dejen todo en mis manos, por Joca Reiners Terron. En la sección «El quehacer del traductor» de este número, publicamos las entrevistas realizadas por Rosario Lázaro a los traductores de La novela luminosa al portugués, Antônio Xerxenesky, y al inglés, Annie McDermott, quienes destacan como sus principales desafíos la traducción de los pasajes oníricos y la voz particular del autor: «los fragmentos que me hacían gritar de frustración eran las escenas de sueño», dice Xerxenesky, y McDermott cuenta sobre «el desafío de incorporar la carismática, divertida y extremadamente idiosincrática voz de Levrero al inglés».
La coordinación de la edición y de las traducciones literarias al portugués estuvo a cargo de Rosario Lázaro y Walter Carlos Costa. Las traducciones fueron realizadas en el marco del Seminario de Traducción del PGET-UFSC, que Lázaro y Costa coordinaron durante el segundo semestre de 2018, por los traductores Paulo Pappen («Irrupción 1»), Giordana Antônia Sfredo («Irrupción 6»), Cassia Paiva («Irrupción 35»), Naylane Matos («Irrupción 80») y Cristina Ceni («Irrupción 121»).
La coordinación de la edición y de las traducciones literarias al portugués estuvo a cargo de Rosario Lázaro y Walter Carlos Costa. Las traducciones fueron realizadas en el marco del Seminario de Traducción del PGET-UFSC, que Lázaro y Costa coordinaron durante el segundo semestre de 2018, por los traductores Paulo Pappen («Irrupción 1»), Giordana Antônia Sfredo («Irrupción 6»), Cassia Paiva («Irrupción 35»), Naylane Matos («Irrupción 80») y Cristina Ceni («Irrupción 121»).
Nuestra participación en el proceso de traducción literaria consistió en compartir reflexiones y sugerencias con los traductores, dado que concebimos la traducción literaria como una actividad colaborativa basada en la discusión y el intercambio de pareceres.
Agradecemos la colaboración de las traductoras Manuela Pequera y Pía Bava en la traducción de las entrevistas publicadas en la sección «El quehacer del traductor».
En esta edición n.o 12 de Pontis disfrutamos de las ilustraciones de tapa y de los textos literarios a cargo de Junior Santellán.
Gracias por acompañarnos en estos cinco años.
¡Buena lectura!
Integrantes de Pontis
Marzo de 2021