13 de dezembro Marina Wodtke Dinamérico piscou duas vezes para se acostumar ao ambiente pouco ilumi...
Marina Wodtke
Dinamérico piscou duas vezes para se acostumar ao ambiente pouco iluminado. O carpete vermelho e as paredes de lambris abafavam o som das vozes. Sentou entre o homem pequenino de sobrancelhas grossas, camisa cinza fechada no pescoço e a mulher de vestido lamê cor de rosa, braços roliços.
A mesa era forrada com pano verde. Na cabeceira, um homem sério, cara de esfinge, anunciou em tom monótono:
― 15.
Depois:
― 8. Preto, 8.
O homem manejava com habilidade o rodo, recolhendo e distribuindo fichas coloridas.
Dinamérico escolheu o 13, data de nascimento da mãe: 13 de dezembro, dia de Santa Luzia.
Marina Wodtke
Dinamérico pestañeó dos veces para acostumbrarse al ambiente poco iluminado. La alfombra roja y las paredes de lambrís contenían el sonido de las voces. Se sentó entre el hombre pequeñito de cejas gruesas, camisa gris cerrada hasta el cuello, y la mujer de vestido rosado de lamé, brazos robustos.
La mesa estaba forrada con paño verde. En la cabecera, un hombre serio, cara de esfinge, anunció en un tono monótono:
—15.
Después:
—8. Negro el 8.
El hombre manejaba con habilidad el stick, recogiendo y distribuyendo fichas de colores.
Dinamérico eligió el 13, la fecha de nacimiento de su madre: 13 de diciembre, día de Santa Lucía.
O apostador beijou a medalha que trazia consigo e deslizou os dedos em direção ao número.
A voz anunciou:
― 13.
As mãos de Dinamérico estavam enfeitiçadas do pano verde.
Mas o 13, muito sem cerimônia, assim como veio, foi embora e chamou para o seu lugar o 36, o 24, o 2.
Dinamérico acariciou o relógio de pulso, recordação do padrinho Nicanor. Com passos duros, abandonou a mesa. Passada meia hora, voltou. Sacou da carteira várias notas de cem. Trocou o dinheiro por fichas e as colocou no 13.
O esfinge cantou:
― Preto, 31.
E ainda:
― 4, 18, 22.
El apostador besó la medalla que llevaba consigo y deslizó los dedos hacia el número.
La voz anunció:
—13.
Las manos de Dinamérico hechizadas por el paño verde.
Pero el 13, sin mucha ceremonia, así como vino, se fue y llamó en su lugar al 36, al 24, al 2.
Dinamérico acarició el reloj de muñeca, recuerdo de su padrino Nicanor. Con paso firme abandonó la mesa. Pasada media hora, volvió. Sacó de la billetera varios billetes grandes. Cambió la plata por fichas y las puso en el 13.
La esfinge cantó:
—Negro, 31.
Y también:
—4, 18, 22.
O pescoço de Dinamérico empapou de suor. O cordão de ouro, com a imagem de Santa Luzia, presente da mãe, grudou no pescoço. O apostador esqueceu o espírito cristão e vagamente pensou na mãe. Foi até a loja da esquina. Voltou para a penumbra da sala e acreditou no 13. Escutou do croupier:
― 13.
Santa Luzia ouviu as preces e uma pilha de fichas coloridas foi colocada à frente de Dinamérico.
O jogador saiu e nem olhou o céu de passarinhos.
Não queria mudar de ideia. Tinha pressa em chegar à loja do penhor.
O proprietário, um mulato de grandes banhas, bigodinho ralo, devolveu o cordão de ouro e disse que estava sempre às ordens.
Dinamérico não agradeceu. Estava quente, e ele precisava de ar. Colocou a joia no pescoço, retirando-a logo em seguida. O cordão se havia enroscado nos fios pretos do peito cabeludo.
El cuello de Dinamérico se empapó de sudor. La cadena de oro, con la imagen de Santa Lucía, regalo de su madre, se le pegó al cuello. El apostador se olvidó del espíritu cristiano y vagamente pensó en su madre. Fue hasta la tienda de la esquina. Volvió a la penumbra de la sala y confió en el 13. Escuchó del crupier:
—13.
Santa Lucía oyó los rezos y una torre de fichas de colores apareció frente a Dinamérico.
El jugador salió y ni miró el cielo despejado.
No quería cambiar de idea. Estaba apurado por llegar a la casa de empeño.
El propietario, un mulato panzón, bigotito ralo, le devolvió la cadena de oro y le dijo que quedaba a las órdenes.
Dinamérico no le agradeció. Hacía calor y él necesitaba aire. Se puso la cadena en el cuello y se la sacó enseguida. La cadena se había enredado en los pelos negros del pecho tupido.
Na rua, pensou na mãe morta.
Dinamérico entrou na igreja. Acendeu uma vela. Depositou uma lembrança da mãe nas mãos de Santa Luzia.
Caminhou em direção à ponte, jogou o dinheiro para o alto e fixou os olhos nas águas do rio.
En la calle, pensó en su madre muerta.
Dinamérico entró a la iglesia. Prendió una vela. Puso un recuerdo de su madre en las manos de Santa Lucía.
Caminó hacia el puente, tiró los billetes para arriba y clavó los ojos en las aguas del río.
Traducción de Manuela Pequera.
Dris Sampaio
Adoro engarrafamentos. Talvez este seja o único lugar em que realmente consiga me concentrar e ter tempo para pensar. Olha que beleza pra isso. Não tem os perigos de um fluxo rápido, nem ninguém junto pra encher meu saco. E, de todo o jeito, sou obrigada a ficar aqui parada, sem nada pra fazer.
Por isso que aproveito e penso mesmo. Como é bom. Penso sem culpa, penso sem vergonha, penso sem ter que dar satisfação por estar pensando. Isso é que é liberdade. Se reclamarem querendo saber de mim — chefe, filhos, marido, amigas — basta dizer que estava presa no trânsito e pronto, param de me aporrinhar na hora. Claro, sempre pode ter um chato que acha ruim eu não ter postado pra avisar do congestionamento, mas minha resposta está na ponta da língua: já paguei duas multas por isso, agora não toco em celular enquanto dirijo. Quando muito, atendo uma ligação no bluetooth do rádio. Mentira. Não faço nem isso. Mas quem vai saber? Hoje em dia só se liga se for caso de vida ou morte.
Dris Sampaio
Me encantan los embotellamientos. Tal vez este sea el único lugar en el que realmente logro concentrarme y tener tiempo para pensar. Está buenísimo para eso. No existen los peligros de un tránsito rápido ni nadie al lado para romperme las pelotas. Y, de todos modos, estoy obligada a quedarme acá parada, sin nada que hacer.
Por eso es que aprovecho y pienso de verdad. Qué bueno que está. Pienso sin culpa, pienso sin vergüenza, pienso sin tener que dar explicaciones por estar pensando. Eso sí que es libertad. Si se quejaran queriendo saber en qué estaba —jefe, hijos, marido, amigas—, alcanza con decir que estaba atrapada en el tráfico y pronto, me dejan de joder enseguida. Claro, siempre puede haber un pesado al que le parece mal que no haya hecho una publicación para avisar del embotellamiento, pero mi respuesta está en la punta de la lengua: ya pagué dos multas por eso, ahora no toco el celular mientras manejo. Como mucho, atiendo una llamada en el bluetooth de la radio. Mentira. No hago ni eso. Pero ¿quién se va a enterar? Hoy en día solo se llama si es un caso de vida o muerte.
Esta tranqueira tá prometendo ser daquelas. Que sorte. Eu é que não vou gastar este tempo precioso pensando em qualquer assuntinho. Precisa valer a pena. O que pode ser? Hummmm. Olha, este prédio eu não tinha visto antes. Será que é tombado? Porque se não for, dá pra sug... Ai, que droga de ciclista. Acha que pode sair cortando a frente dos outros assim? Depois estraga meu carro e ainda se faz de vítima. Abusado!
Eu tava pensando em quê, hein? Vou fazer um comentário sobre esses ciclistas, sabe? Talvez, falar de como essa gente se aproveita desse discurso de fragilidade. Cruzes, os ipês já estão florindo de novo. Como o tempo voa. Já é primavera. Logo, logo, vai chegar o verão. E o vai-e-vem pro litoral todo o final de semana. A cidade fica vazia, que saco. Não tem engarrafamento pra eu pensar. No caminho pra praia, com o carro cheio, não tem condições. Aquela algazarra das crianças. Elas na beira do mar, sujas de areia até dentro das orelhas. E, por falar em criança na beira da praia, nunca mais ouvi falar da família daquele menino sérvio. Ou era sírio? Hummm. Acho que era só o pai. Não sei. Aquela guerra. Aquela que depois teve a foto do outro menino. Que morreu muita gente. Acho que acabou. É, faz tempo que não ouço nada. Na época, todo mundo que conheço compartilhou as fotos. E, lógico, todos os amigos curtiram. Todos solidários ao sofrimento dos seres humanos. Lindo de se ver. Nossa, chorei muito. Era tudo tão triste. Não entendo como as pessoas conseguem ficar de braços cruzados diante da desgraça dos inocentes.
Esta trancadera promete ser de aquellas. Qué suerte. No voy a gastar este tiempo precioso en pensar cualquier temita. Tiene que valer la pena. ¿Qué puede ser? Mmm. Mirá, nunca había visto ese edificio. ¿Será patrimonio histórico? Porque si no lo fuera, da para sug… Ay, qué ciclista de porquería. ¿Se cree que puede andar así metiéndose adelante de los demás? Después me rompe el auto y encima se hace la víctima. ¡Flor de vivo!
Y yo, ¿en qué estaba pensando? Voy a hacer un comentario sobre estos ciclistas, ¿ta? Quizás hablar de cómo esta gente se aprovecha de ese discurso de la fragilidad. Qué disparate, los lapachos ya están floreciendo de nuevo. Cómo vuela el tiempo. Ya es primavera. En breve, va a llegar el verano. Y el ir y venir para el litoral todos los fines de semana. La ciudad queda vacía, qué embole. No hay embotellamientos para que pueda pensar. En el camino a la playa, con el auto lleno, no se dan las condiciones. Aquel alboroto de los niños. Ellos en la orilla del mar, sucios de arena hasta adentro de las orejas. Y, hablando de niños en la orilla de la playa, nunca más oí hablar de la familia de aquel niño serbio. ¿O era sirio? Mmm. Creo que solo el padre era. No sé. Aquella guerra. Aquella que después tuvo la foto del otro niño. En la que murió mucha gente. Creo que se terminó. Sí, hace tiempo que no oigo nada. En su momento, todo el mundo que conozco compartió las fotos. Y, lógico, todos los amigos le dieron «me gusta». Todos solidarios con el sufrimiento de los seres humanos. Lindo de ver. Dios, lloré mucho. Era todo tan triste. No entiendo cómo la gente logra quedarse de brazos cruzados frente a la desgracia de los inocentes.
Se eu morasse na Europa, não ficaria calada. Ah, não. Tem tanta coisa que se pode fazer. Ir até as fronteiras, levar um prato de comida, um agasalho, fazer pressão nas autoridades. A humanidade não pode se contentar em ser só isso. Opa! Essa frase é boa. Quando chegar em casa vou pesquisar imagens de uma dessas guerras e postar junto. Isso é muito importante de ser falado. A gente não pode fechar os olhos. É. A única coisinha é que primeiro preciso servir a janta. Acho que vou fazer antes de ver os temas das crianças. Não, melhor: enquanto coloco elas no banho. Poxa, amanhã o Mateus tem prova. Vou precisar repassar a matéria com ele. Este engarrafamento tá demorando além do normal. Vamos comer tarde, assim. Pizza é rápido. Talvez eu chame. Isso, boa ideia. Gente, essa placa toda torta é o quê? Acho que alguém se acidentou por aqui. Jesus, o mendigo da esquina tá bem doidinho, andando de um lado pro outro. Certo que deve ter visto o acidente e ficou assim. Será que foi um daqueles pivetinhos que tão sempre de mão espichada, cheirando cola e pedindo moeda na sinaleira? Deve ser isso, tá uma maloqueirada nesta volta hoje. Acho que uma pizza de quatro queijos dá pra nós quatro. E outra marguerita. Ah, e uma pequena doce, que a Laurinha adora.
Si yo viviera en Europa, no me quedaría callada. Ah, no. Hay tanta cosa que se puede hacer. Ir hasta las fronteras, llevar un plato de comida, un abrigo, meterle presión a las autoridades. La humanidad no puede conformarse con ser solo eso. ¡Opa! Esa frase es buena. Cuando llegue a casa voy a buscar imágenes de una de esas guerras y publicarlo todo junto. Es muy importante que se hable de eso. No podemos cerrar los ojos. Eso. El único detalle es que primero tengo que servir la cena. Creo que lo voy a hacer antes de ver los deberes de los niños. No, mejor: mientras los mando a bañarse. La pucha, mañana Mateus tiene prueba. Voy a tener que repasar el tema con él. Este embotellamiento está demorando más de lo normal. Vamos a comer tarde si sigue así. Una pizza es rápido. Tal vez pida. Eso, buena idea. Che, ¿qué es esa chapa toda torcida? Creo que alguien se accidentó acá. Dios mío, el mendigo de la esquina está bien loquito, yendo de un lado para el otro. Seguro que debe de haber visto el accidente y quedó así. ¿Habrá sido alguno de esos pibitos que siempre están estirando la mano, inhalando pegamento y pidiendo monedas en los semáforos? Debe de ser eso, hoy anda todo el pichaje en la vuelta. Creo que una pizza cuatro quesos da para los cuatro. Y otra margarita. Ah, y una pequeña, dulce, que a Laurita le encanta.
Traducción de Federico Sörensen.